Moviendo
el esqueleto por Galicia
me
lleno, me vacío, me reciclo,
respirando
el sabor de sus delicias,
la vida
cumple en mi existencia el ciclo.
El
ciclo, el infinito ciclo ocurre,
mientras
escala al viento una palabra,
cuánto
más el monte su encanto me susurre
más a
Galicia mi corazón se abra.
Galicia,
tierra adentro me conquista,
desnuda
mi alma entera enamorada,
de su
verdor se viste mi esqueleto,
y me
observo tranquila en su mirada.
Desde
el cielo ya llueven las estrellas,
sobre
Galicia posan sus destellos,
qué
gozo, qué bondad beber de ellas,
qué luz
dispone en todo sus horizontes bellos.
Me
mueve Gallaecia tu alegría,
se
inspira mi esqueleto en tu dulzura,
árbol y
piedra me torno en mi aventura,
navega
mi armadura por tus rias.
Dame un
beso Galicia, están mis labios,
soñando
que me sueñas y despierto,
mi
piel, mi voz, el ojo abierto,
y mi
esqueleto espera una caricia.