me robas las ganas de vivir y de amarte,
me robas el intento cada vez que me empeño,
y por eso quisiera ahora mismo olvidarte
como cuando se borra de la pizarra un número
como cuando se limpia la casa en las mañanas
como cuando se lava de la ropa el barro
prefiero no tenerte si me robas las ganas.
Si me dejas sin fuerzas para qué te acompaño,
vivir nunca quisiera de inercias silenciadas,
para qué dormir juntos si no tenemos sueños
compartidos que rían nuevos cada alborada.
Somos esa pareja que viste falsedades
que al parecer comparten mas no comparten nada,
zapatos de tristeza me calzo cada día
haciendo que no lloro ante la turba extraña,
extraños que transitan las paredes vacías
dos extraños vagando dentro de las miradas.
Si me robas las ganas prefiero irme sola
al cobijo de un árbol y de la luna errante
llenarme de la brisa, de una roja amapola,
y beber del rocío con mis pies de emigrante.